Un lasur, al contrario del barniz, penetra profundamente en la madera y no forma capa, que deja un acabado de “poro abierto” regulador de la humedad de la madera y que facilita la salida del vapor de agua del interior de la misma.
Son ideales para madera en exteriores que están expuestas a grandes cambios medioambientales, la flexibilidad de sus resinas permite adaptarse a las variaciones dimensionales de la madera.
La utilización de barnices no es aconsejable para exteriores ya que conlleva el riesgo de cuarteo y el consiguiente pelado de los mismos.
Es erróneo el concepto que los lasures al agua ofrecen menos resistencia en exteriores ya que el agua es el vehículo para depositar los diversos componentes de la formulación lasur.
Podemos encontrar de acabado brillante, satinado o mate y en diferentes colores. Proporciona un acabado muy natural a la madera, con un poco más de acabado que el aceite.
El lasur es ideal para proteger y decorar todo tipo de materiales porosos, además de la madera materiales como el barro, cemento o piedra.
¿Cómo afecta el grado de humedad de una madera nueva en la aplicación del lasur?
En maderas nuevas la humedad no debe superar el 18-20% para garantizar que no se agriete la madera. El lasur favorece lo que se denomina el equilibrio hídrico de la madera, o lo que es lo mismo, la regulación natural del contenido de agua de la madera.
¿Cómo puedo saber si la madera ya ha recibido un tratamiento?
Aquellas maderas que vayan a estar en contacto con el suelo precisan de tratamientos en profundidad. La aparición de una tonalidad verdosa en la madera nos da la indicación de la presencia de compuestos de cobre, típicos de tratamiento en autoclave. Es indispensable aplicar un lasur para defenderlas del sol evitando que se agrieten además de embellecerlas con alguno de los colores disponibles.